Tu Creatividad hecha Realidad

La Redención

08.04.2016 17:09

“LA REDENCION”

 

Lily se despertó impaciente. Sus premoniciones pocas veces fallaban. Procedía de un largo linaje familiar con poderes psíquicos que le permitían entender y ver cosas que el civil promedio no podría. La Etapa de Obscuridad ya había comenzado. Los disturbios en tierra santa y oriente medio eran causados por aquel extraño y temible caballero que apareció de la nada. Un misterioso sonido acaparó la atención de los ciudadanos en Israel, Jordania, Siria y Egipto. Se asemejaba al estruendo colosal de un tren atravesando unas enormes vías. Lily observó el video a través de youtube, sabía lo que significaba. Su nerviosismo creció aún más cuando observó un extraño jinete cabalgando un caballo bayo mientras la ciudad de Damasco era bombardeada por los aliados.

-¿vieron eso?- preguntó intrigada mientras el resto de sus amigos se mostraban confundidos.

-¿ver qué cosa?-

En ese momento constató que efectivamente era una visión. Nadie más pudo descifrar la figura de aquel jinete. No fue un truco de edición –aunque ella lo deseara así- Su más profunda pesadilla se convertía en realidad. Empezó a respirar rápidamente y sus manos sudaron. Salió de aquel cibercafé para dirigirse hasta un lugar deshabitado. Necesitaba explayarse por teléfono. Finalmente se adentró en una construcción abandonada y sacó su móvil.

-¿Padre DiAngelo observó el video de Siria?-

-así es hija mía..- contestó el sacerdote.

-ese sonido extraño…. ¿Eran las trompetas?- cuestionó sumamente nerviosa la joven.

-me temo que si Lily...- un profundo suspiro sin esperanza se escuchó al otro lado del teléfono.

-El caballo no era blanco Padre… este es el segundo sello abierto..- expresó Lily con voz temblorosa.

-lo sé, eso significa que “el primer jinete” anda suelto por el mundo, no sabemos dónde todavía.-

Lily enmudeció al recordar algo. De inmediato colgó con el sacerdote y regresó corriendo al cibercafé. Tenía que corroborar la información en su cabeza. Rápidamente tomó el mismo lugar que había ocupado minutos antes y se conectó. Sus amigos la observaron extrañados mientras ella tecleaba con prisa. Apenas hacía dos semanas, el peor motín carcelario en la historia del país había tomado lugar en su ciudad. Observó horrorizada como los reos incendiaron el lugar y se mataron sin la más mínima gota de piedad. Una y otra vez retornaba el video hasta que encontró la aterradora figura que estaba buscando. El Jinete del Caballo Blanco rondaba lentamente y con clase a la multitud asesina mientras se masacraban.

-¡Esta aquí¡- gritó la joven alarmada mientras todas las miradas la examinaban con rigor.

Se despidió de sus amigos y volvió a casa. Un intenso pavor se apoderó totalmente de su cuerpo. Abrió la puerta e inesperadamente se encontró con 3 extrañas personas junto a sus padres. Era una mujer vestida totalmente de negro, su piel era blanca como la nieve pero su mirada obscura como la noche. Dijo llamarse Diana Wade pero Lily ya lo sabía. Días antes había soñado con aquella misteriosa mujer. Era la máxima jerarca del aquelarre de Salem; La orden de brujas más grande de todo el planeta. El segundo personaje era un hombre alto vestido pulcramente de traje y corbata azul. Su nombre era John Pascal, un cristiano evangélico seguido por multitudes a través de su programa de televisión. El tercer extraño era un hombre de aproximadamente 60 años, de barba y kipá. Lily notó al instante que era Judío. Sin embargo estos últimos dos personajes no los reconocía. Sus padres la calmaron al instante.

-Lily, son enviados del Padre DiAngelo-

<<acabo de hablar con él y no me dijo nada sobre esto>> pensó la perspicaz joven, pero la curiosidad le ganó.

-¿En qué les puedo ayudar?- expresó con reserva.

-Lily, sabemos de tu capacidad “psíquica” y nos urge que nos ayudes- Exclamó con elocuencia John Pascal.

Por años las diversas religiones habían tratado de encontrar la manera de frenar el inminente fin del mundo. Promovían la paz entre naciones y la tolerancia en las creencias. Sin embargo, a pesar de su fuerte poder de oración no había un solo indicio de respuesta por parte de la entidad gloriosa que veneraban. Los conflictos bélicos se acentuaban cada vez más, el hambre y las enfermedades estaban aniquilando países enteros. Esa era una clara muestra de que la obscuridad estaba logrando su cometido. De esta forma se organizó una reunión secreta donde los líderes espirituales del mundo pondrían su granito de arena para detener la enorme amenaza.

–Señores, estamos solos, ahora tendremos que rascarnos con nuestras propias uñas-

Exclamó el sacerdote católico Paolo DiAngelo, quien había sido asignado para esta misión por el mismísimo Papa.

Lily no comprendía completamente lo recién explicado. Para ella era inaudito considerar que un Pastor Evangélico, un Rabino Judío y -mucho menos- una Bruja Hechicera estuvieran de acuerdo en cualquier tema. Simplemente no tenía sentido. Estas tres personas clamaban ser enviadas por un Sacerdote Católico que se reunió secretamente con un Imam Musulmán y estaban considerando invitar Budistas e Hinduistas.

-¿de ser cierto lo que me dicen? Significa que estamos en graves problemas- expresó un tanto renuente Lily.

John Pascal, por su parte, hurgó en su pantalón y sacó su móvil.

-si tienes dudas habla con el Padre DiAngelo.-

Inexplicablemente Lily fue colmada de paz. Algo en las palabras del Pastor Evangélico le convenció. No obstante la propuesta que estaba a punto de escuchar le provocaría nauseas e histeria.

 

La Propuesta

Los padres de Lily eran fervientes católicos, por lo cual tuvieron problemas en aceptar “el plan” de estas personas. Sin embargo, después de horas de conversación reconocieron que se vivían épocas obscuras que requerían medidas extremas. Se reunieron en la sala y explicaron a detalle los pasos a seguir. Lily detuvo la conversación con un “No” rotundo al escuchar la propuesta absurda. Tardaron casi 3 horas en siquiera continuar con el tema. La joven estaba convencida del error garrafal que se cometería si seguía las instrucciones. No había tenido visiones al respecto, pero no necesitaba de su poder sobrenatural para reconocer el peligro al que se expondría. Después de intentos fallidos por convencerla, John Pascal llamó al Padre DiAngelo y este hizo entrar en razón a la joven psíquica.

-Lily, si hubiera otra opción te aseguro que la haríamos.- expresaba el Padre DiAngelo.

-es que no puedo hacer eso… ni yo, ni nadie debería- respondió desconsolada joven vidente.

-Diana Wade te cuidará, si presiente algún peligro te regresará sin contemplaciones…- comentó el sacerdote católico.

-¿y usted confía en ella Padre?..- preguntó sorprendida Lily.

-en tiempos como estos, necesitamos confianza mutua.- respondió con arrojo el sacerdote.

Lily suspiró profundo y se golpeó la frente como tratando de comprender el increíble requerimiento. La sala completa la observó compasivamente. Sabían de la gigantesca misión que le habían asignado. De pronto, la joven dirigió su mirada a sus padres y entre lágrimas aceptó.

-¡Muy bien, lo haré¡-

 

La Misión

-Sé que lo que te hemos pedido es demasiado, pero eres la única persona que puede hacerlo. Te hemos seguido, no hay nadie como tú. Pero créeme cuando te digo que si detecto cualquier irregularidad, cualquier clase de peligro, te sacaré de allí inmediatamente… confía en mí..- La mirada penetrante de Diana Wade parecía ser sincera. Lily aún continuaba con sus dudas pero no había marcha atrás. De alguna manera parecía verosímil el punto de los líderes espirituales.

Mosha Streiberg –El Rabino Judío- sacó un enorme baúl con reliquias ancestrales. Estaban reunidos en medio del basto bosque del Parque Nacional Cumbres. No existía una sola alma alrededor que molestara el magno ritual. El sol se ocultó y rápidamente la energía de la naturaleza se hizo sentir en sus rostros. La fogata se encendía mientras Streitberg dibujaba una especie de oráculo en la tierra. Después lo roció con un círculo de sal en grano y los líderes espirituales se posicionaron al lado de la joven. Diana Wade tomó sus manos y frente al fuego comenzó la rara oración. Una lengua extraña parecía envolver el pensamiento de Lily. No estaba concentrada, de hecho, su curiosidad hizo que abriera los ojos y observara al grupo de pastores, rabinos y sacerdotes que oraban cada quien por su rumbo y a su ritmo. Le habían prometido su protección. Sin embargo, un pensamiento fatalista atravesó la mente de la joven.

<<si sus oraciones jamás han funcionado, no veo porque ahora lo harán>>

Lily observó con asombro a Diana Wade quien perdió su mirada. Sus ojos estaban completamente en blanco mientras sus inentendibles palabras parecían despertar elpoder de la naturaleza. Un fuerte viento rodeó el bosque y la temperatura bajó drásticamente. Sintió como una brisa recorría su rostro y espalda. Fue entonces queun profundo sueño la invadió. Se dejó llevar.    

 

El Encuentro

Al abrir sus ojos notó que ya no estaba en el bosque. El viento se había detenido. Una profunda obscuridad la rodeaba. De pronto, un ataque de pánico le atravesó su pecho. Su respiración se triplicó rápidamente. Observó alrededor y pudo percibir que estaba en una especie de calabozo gigante. A cientos de metros de distancia se escuchaban lamentos martirizantes. Torturas interminables parecían llevarse a cabo en aquel horrendo lugar. Su mirada no podía acostumbrarse a la obscuridad pero afortunadamente divisó unas pequeñas antorchas. Se dirigió con nerviosismo hasta ellas, había pensado en tomar una para guiarse en el camino, pero antes de llegar sintió un enorme frio que le caló hasta el fondo de sus huesos. De entre la obscuridad se formó una siniestra silueta. Segundos después, unos pacientes pasos se escucharon aproximarse. La Joven estaba petrificada, respiraba con dificultad. La silueta tomaba forma gradualmente. Un par de puntos rojizos parecían pertenecer a sus ojos. Una de las antorchas se movió de su lugar. La horrorosa sombra la había tomado y continuó su camino hasta la joven vidente. El corazón de Lily estaba a punto de explotar con cada paso que se acercaba. Cerró sus ojos, sinceramente no quería ni siquiera observar al extraño que tenía por delante.

-abre tus ojos...- escuchó Lily una voz a cuatro metros de distancia.

Tímidamente, la joven vidente aclaró su vista con pavor para visualizar a su interlocutor. La obscuridad no la dejaba observar a detalle pero pudo notar a un hombre elegantemente vestido en un saco negro y sin corbata. Su cuello estaba tapizado de tatuajes significativos. Por su lado derecho tenía la icónica Estrella de David, en el lado izquierdo el símbolo máximo del islam, la media luna con su pequeña estrella central, y en el centro, desde su pecho hasta la garganta, la sagrada cruz cristiana. Lily no respiraba cómodamente. Sus nervios la estaban traicionando y solo observaba alrededor como pidiendo ayuda.

<<¿Dónde está Diana Wade?.. sácame de aquí por Dios >> pensaba desesperada la joven vidente.

-Debes ser muy importante para que estés aquí…… conmigo – expresó la sombra con voz empática.

-¿tu tu…. tu eres…?- la horrorizada joven no podía hilvanar una sola frase.

- sí, yo soy……… pero termina tu pregunta, ¿tú eres…..? – respondió socarronamente el hombre en sombras pero notó que la joven no podía superar la impresión de encontrarse donde estaba, ni mucho menos hablar con quien hablaba.

- ¡vamos¡... no es como que dices mi nombre 3 veces en frente de un espejo y me aparezco…. Bueno, si lo haría, pero como verás, no puedo. – El hombre en la obscuridad sostenía la antorcha mientras mostraba sus muñecas ajustadas con sendas cadenas. El silencio opacó la conversación por unos segundos, solo se podían escuchar los estremecedores lamentos afuera del calabozo. El tenebroso hombre se acercó lentamente a Lily y mostró su cara en la fogata, segundos después se presentó.

- ¡soy….. Lucifer…¡-

Aquel rostro cambió drásticamente denotando asquerosas llagas profundas y mostrando un color purpura infernal. La joven gritó aterrorizada mientras cayó de espalda al suelo. Sin embargo, la desfigurada cara volvió a su normalidad y pidió calma.

-tranquila… relájate, mírame a los ojos…- pedía el hombre obscuro mientras Lily respiraba rápidamente.

-bien, muy bien, así es, mírame a los ojos…. sé que esto es difícil de procesar y puede ser un poco avasallador pero relájate... no te haré daño..- expresó confortantemente el hombre de ojos rojizos. Lily poco a poco se recompuso pero no podía borrar aquella nefasta imagen del rostro demoniaco.

-discúlpame, he perdido mis habilidades sociales, nunca recibo visitas de nadie…¿Quieres un vaso de agua?-

Expresó con empatía el rey de la obscuridad mientras sostenía el recipiente con el vital líquido. Lily percibió que aquellas demacradas manos ya no estaban aprisionadas y en seguida rechazó el ofrecimiento. Segundos después Lucifer cuestionó la inesperada visita.

-¿y bien?..¿En qué te puedo ayudar?- preguntó con una enorme sonrisa.

-Una fuerza maligna, extraña y sumamente poderosa está atacando la tierra…- Explicaba la joven vidente mientras Lucifer asentía con desgano.

-¿y eso a mí me importa por….?-  interrumpió el condenado del infierno.

- Porque no se detendrán ante nada, van a destruir absolutamente todo ser vivo, espiritual y no espiritual, incluyéndote a ti…- comentó con un poco más de seguridad la joven.

-¿Cómo lo sabes?- cuestionó con seriedad el rey de los demonios.

-tuve una visión…-  recalcó la joven.

-¿Qué tipo de visión?..- ahondó en el tema Lucifer.

- lo soñé...- expresó Lily.

-pues yo he soñado con Margot Robbie y nada ha pasado…. Ni siquiera a mí..- respondió sarcásticamente Satanás mientras la joven mostraba un dejo de confusión.

-mi punto es que no todo lo que sueñas son visiones, ¿entendiste pequeña niña?, gracias por la visita, que te vaya muy bien, me saludas a Diana Wade..- Lucifer se retiró fastidiado de la conversación, pero increíblemente Lily se armó de valor y gritó.

-¡Lo que te digo es verdad¡…. Ellos están causando caos, violencia y muerte en todo el Mundo. Esparcen hambruna, enfermedades mortales y no hay nadie que pueda detenerlos…-

-Entonces ve a buscar a tu Dios, de seguro él si los puede detener… ¡oh espera¡ deja adivinar, no sabes dónde encontrarlo, ¿cierto?..- exclamó con una siniestra sonrisa el rey de los demonios.

-¡se nos acaba el tiempo¡…- comentó desesperada Lily.

 -se te acaba el tiempo a ti. A diferencia de ustedes, yo si me puedo defender de quien sea - respondió con soberbia Lucifer mientras se perdía en la obscuridad.

-¡haz algo bueno por una vez en tu maldita y eterna vida¡- gritó entre sollozos la joven.

Lucifer se detuvo al escuchar el llanto y volvió a paso presuroso. Encaró a Lily, y nuevamente le mostró su repugnante rostro infernal.

-¿Acaso tengo que recordarte con quien estas hablando?- La joven vidente temblaba horrorizada. Cerró los ojos y sintió en su cara la respiración ardiente de aquel espíritu maligno.

-¿Los puedes detener?- preguntó la psíquica esperando pasar el trago amargo de la confrontación.

-¿Los?.... estas hablando en plural….¿Quiénes son?..- se intrigó Lucifer y recompuso su semblante.

- Son los 4 Caballeros del Apocalipsis..- Expresó con pesadumbre Lily mientras abrió sus ojos y observó el compuesto rostro del Rey de las Tinieblas.

-¡ sssss… huuuuh¡…. Están en problemas niña, esos cabrones son unos auténticos psicópatas. Ya sabes, el tipo de amigos que no llevarías a las fiestas ¿me entiendes?..-

Lucifer carcajeó y gesticuló con gracia al escuchar la amenaza de la tierra. Sin embargo, una rabia furiosa creció dentro de Lily al ver la forma despreocupada con que se expresaba. Enseguida repitió la pregunta con férrea decisión.

-¿Los puedes detener? ¿sí o no?..-

En esta ocasión, el demonio mayor la observó con respeto. Parecía que la chica había pasado la fase del terror, se mostraba capaz de sostener una conversación de tú a tú con el mismísimo Satanás.

-¿Por qué los detendría?.. Están haciendo exactamente lo mismo que yo haría, de hecho, creo que soy su fan- sonrió con sarcasmo el demonio tatuado.

Lily observó con coraje los aterradores ojos rojos de Lucifer. Este sonreía con tranquilidad y de pronto el silencio pareció terminar aquella conversación. No tenía sentido tratar de convencer al más grande villano de todos los tiempos para que peleara por aquellos que había jurado destruir. La chica se talló la frente con ansiedad y respiró profundo. Transcurrió un minuto en silencio hasta que el mismo rey de la obscuridad reanudó el dialogo.

-vamos Lily, dilo…-

-¿Cómo sabes mi nombre?..- expresó sorprendida la enviada de la tierra.

-sé muchas cosas, leo de vez en cuando…. ¡Ahora, dilo¡- forzó la conversación el máximo espíritu del mal. Lily suspiró con desesperanza y no tuvo opción más que acceder a la petición. 

-¡el mundo te necesita¡- expresó nauseabunda mientras sus ojos se llenaban de lágrimas por el asco del comentario.

- ¡Exacto¡….Eso era todo lo que quería escuchar, pero tengo que decírtelo, eres una terrible negociadora, no has ofrecido absolutamente nada. Recuerda que yo soy “el malo”, tienes que esforzarte para convencerme, ¿Cuál es mi beneficio si hago lo que me pides?.- Pregunto con interés Lucifer.

-Un nuevo capítulo..- aclaró su garganta Lily.

-¿A qué te refieres?- se mostró curioso Satanás.

-Un nuevo capítulo en la Biblia, se llamará “La Redención”. En él, eres la única oportunidad para detener el inminente Apocalipsis y salvar al mundo, de esta manera volverás a obtener la gracia y el perdón de Dios Padre.- explicó con decisión la joven vidente mientras se sorprendía por dichas palabras. <<¿Cómo se me ocurrió decir esto?>> pensó.

-continua...- Requirió Lucifer, su atención total había sido capturada por la chica.

-Serás exonerado de todo el mal que has causado…. Después de todo, ¿Qué es Dios sino amor y perdón? Sé que ese es tu mayor anhelo.- Las palabras de Lily surtieron el efecto deseado. Había golpeado duramente el rincón protegido del máximo exponente de la obscuridad. El silencio se hizo presente de nuevo. Segundos después respondió.

-déjame pensarlo..- Lucifer se cruzó de brazos y caminó analítico.

-¡no hay tiempo¡..- gritó de nuevo Lily mientras extendía sus manos impacientemente.

-¡hey¡… recuerda que tú me viniste a buscar, yo nunca pedí verte- expuso con firmeza Lucifer mientras observaba directamente los ojos de Lily.

- ¡te doy 24 horas¡..- amenazó la chica con enojo.

-¡muy bien¡..- carcajeó sorprendido El Rey Demonio ante aquella reacción.

-¿Es todo?..¿Ya te vas?- preguntó mientras Lily asintió en afirmación. Al instante, el hombre del calabozo tronó sus dedos y el cuerpo de la chica desapareció. Segundos después, Satanás sonrió en soledad y opinó en voz alta.

- pobre de aquel que sea su novio..-

 

El Retorno

La chica volteó su rostro por la ventana de la SUV Tahoe. El camino de regreso era angosto y peligroso. La ruta de la sierra debería ser transitada con velocidad moderada. La noche había cubierto completamente al cielo mientras los personajes religiosos comentaban lo recién sucedido. Lily venía deprimida, cabizbaja y sin ganas de hablar. Tan pronto despertó del trance ritualista fue bombardeada con preguntas sobre el resultado de la misión. Ella simplemente se limitó a decir que nada estaba asegurado. Los teléfonos móviles no dejaban de sonar, eran contactos que confirmaban la aparición del Tercer Jinete; La Hambruna. El extenso continente africano estaba siendo atacado sádicamente por este nefasto espíritu. La escases de alimento provocó caos y destrucción en Sudan y Uganda. Joseph Kony continuaba sembrando el terror bajo la supervisión de dicho Caballero. Mientras tanto, en México, el país estaba sometido bajo el poder de La Victoria. El Jinete del Caballo Blanco, El Caballero que limpió la mente de millones de personas para que desviaran su sendero espiritual y homenajearan repugnantes imágenes como La Santa Muerte. El inmenso poder del Jinete hizo que todos los mexicanos consideraran enemigos a cualquier persona que tuvieran por delante. Cualquier persona en un callejón, en un bar, caminando entre la obscuridad era considerado un potencial criminal. 

El plato estaba servido para la llegada de los tres Caballeros restantes. El caos imperó en cada punto del país, bloqueos carreteros, asaltos, violaciones y demás actos innombrables causaron pánico en aquellas personas que aún conservaban la esperanza de aquella promesa de Dios. Sin embargo, los hechos doblegaban gradualmente su endeble fe. Lily llegó a su casa y se abrazó efusivamente con sus padres. Les explicó la horrible experiencia y se retiró a su alcoba para descansar. Rápidamente cayó dormida y su mente la llevó hasta un lugar y tiempo aterrador. La devastación total había aniquilado la ciudad por la que caminaba. En primera instancia pensó caminar por las calles destruidas de Siria pero reconoció unos anuncios colgantes. Las palabras estaban escritas en Español; era su propia ciudad. Una ansiedad incontrolable la hizo respirar rápidamente. Observaba a su alrededor y solo podía contemplar vagabundos sucios que comían desperdicios frente a una pequeña fogata. Estaban por doquier, algunos estaban sentados junto a enormes pirámides de arena, parecían ser los sobrevivientes de un ataque atroz. -esto sucederá en un futuro- expresó en soliloquio la joven vidente, no obstante una voz familiar le contestó.

-Esto sucederá en tan solo dos semanas.- El Padre DiAngelo caminaba entre los escombros de concreto y madera. Lo acompañaba todo el sequito religioso de sus reuniones.

-¿en dos semanas?.. ¿así de pronto?- respondió sorprendida.

-así es, solo observa atrás de aquellos edificios destruidos.-

Lily dirigió su mirada al lugar solicitado y observó cuatro espeluznantes siluetas de Caballeros en armaduras extrañas. Estos cabalgaban altaneramente mientras observaban el resultado de su trabajo. De pronto agudizó la vista y reconoció que aquellas pirámides al lado de los edificios destruidos no eran de arena sino cuerpos humanos apilados. Un choque eléctrico recorrió su espina dorsal hasta el cerebro. Los Cuatro Jinetes galoparon lentamente hasta el grupo rebelde de religiosos, el pavor carcomía a católicos, evangélicos, musulmanes, judíos y brujas por igual. Lily quería huir pero su cuerpo no le respondía. Inesperadamente otra voz familiar se hizo presente.

-entonces, un nuevo capítulo ¿cierto?-

El Rey del Infierno se apareció en frente del grupo religioso. Vestía una imponente armadura negra y agitó un par de enormes alas obscuras. Una mezcla de miedo yesperanza brotó en cada uno de los religiosos, incluyendo a Lily quien enseguida respondió a su pregunta.

-así es, un nuevo capítulo…”La Redención”-

Lucifer se abrió paso entre el grupo rebelde y  se encaminó en dirección a los 4 Jinetes. El choque espiritual era inminente. Los Caballeros relincharon estruendosamente causando una nubosidad obscura que fue acompañada de relámpagos grotescos y gotas heladas de lluvia. Fue entonces que El Arcángel Negro desenfundó su enorme espada color ámbar y corrió al encuentro.

-¡busquen refugio¡- exclamó antes de su carrera.

El Padre DiAngelo tomó el brazo de Lily y la obligó a abandonar el campo de batalla.

<<no puedo creer lo que estoy viendo, ¡en verdad lo hará¡>>

Un pequeño esbozo de sonrisa adornó la boca de la joven vidente mientras corría junto al grupo completo. Se refugiaron con 7 vagabundos, justo al lado de la pirámide de cuerpos. Lucifer tomó la espada con ambas manos y se posicionó en frente de los Cuatro Jinetes. Estos se detuvieron sorpresivamente. Enseguida, el cuarteto bajó de sus caballos y rodearon a Lucifer.

-Dios perdónalo y dale el poder para afrontar este descomunal reto..- oraban los sacerdotes y rabinos, al momento que Lily observaba sin parpadear el encuentro.

-¡Los derrotará, estoy segura¡..- expresó Diana Wade mientras palmeó el hombro de Lily. Pero inesperadamente, unas macabras carcajadas opacaron la esperanza del grupo religioso. Lucifer se abrazó de La Victoria, La Hambruna, La Guerra y La Muerte. Se guardó su enorme espada y bromeó con el cuarteto apocalíptico. Lily sintió como su estómago se abrió completamente y su cuerpo entero quiso colapsar.

-¡No puede ser posible¡- expresó el grupo completo. El desánimo destruyó toda la esperanza. La depresión hizo que aquellas personas simplemente aceptaran su destino, el cuál era su destrucción total. La aniquilación de la existencia humana. Tal vez ese era el designio de Dios, un nuevo inicio, tal y como lo hizo con la gran inundación de Noé. 

Satanás regresó hasta el inútil refugio del grupo mientras sus “nuevos compañeros” lo esperaban. Los rostros cabizbajos y muecas depresivas llenaron de gozo al Señor de las Tinieblas. Se posicionó justo en frente de Lily y le sonrió sarcásticamente.

-me engañaste…- expresó con desilusión la chica.

-¿Qué te puedo decir? prácticamente yo fui quien inventó “el engaño”, de hecho, a eso me dedico - sonrió gozoso Satanás mientras una lagrima rodó por la mejilla de la chica vidente. Lucifer continuó con su discurso.

-Acaban de corroborar mi teoría. La humanidad es tan estúpida que jamás aprenderá. Miles y miles de años enseñándoles, “no confíen en el diablo, no confíen en el diablo”.. ¿y qué fue lo que hiciste?-

Lily simplemente agachó su cabeza y lloró desconsolada. Era solo cuestión de tiempo para ser enterrados junto al resto de la humanidad. El silencio imperaba en el grupo quien escuchaba las desalentadoras palabras de Lucifer. De pronto, el sonido de un reloj resquebrajado les indicó la hora. El Rey de las Tinieblas lo observó y detuvo su discurso victorioso.

-Las 8:00 de la noche. Es hora de que vayan a casa, les sugiero que se despidan de sus familias, o hagan lo que sea que hagan cuando están a punto de morir-

La frase fue aderezada con una estruendosa risotada por parte de Lucifer quien se marchó para reunirse con Los Caballeros Apocalípticos. No obstante, la furia de Lily no pudo ser contenida y le gritó a su espalda.

-¿Por qué no nos matas ahora y acabas con esto de una buena vez?-

Lucifer se detuvo y sobre su hombro le contestó con altanero sarcasmo.

-Son la 8:00, por si no lo sabías yo trabajo con horario de oficina. Aunque no lo creas, esto es aburrido inclusive para mi.- El Rey del Infierno desapareció.

 

Lily levantó del suelo a los llorosos hombres y mujeres religiosos. Moshe Streitberg limpiaba las lágrimas de Diana Wade mientras John Pascal observaba al cielo junto con El Padre DiAngelo. Un vagabundo se acercó y les brindó un sucio plato de comida. Los religiosos le agradecieron. En seguida les comentó.

-dicen que la esperanza es lo último que muere..-

El Padre DiAngelo lo observó absorto. Enmudeció al contemplar al sucio errante. Había algo extraño en aquel hombre. Increíblemente se removió la terregosa capucha y mostró su inmaculado rostro. Sus brillantes ojos azules respondían los cientos de plegarías hechas con anterioridad.

-se equivocaron, jamás debieron buscar la ayuda donde no la había. Pero la misericordia de Nuestro Padre es divina, ahora vayan a casa, pero no a despedirse, al contrario, difundan la esperanza. Dios jamás los ha abandonado.-

El resto de los vagabundos se despojó de sus pestilentes prendas y mostraron sus hermosas armaduras doradas. En el centro de su pecho mostraban orgullosamente la Santa Cruz, y al igual que Lucifer, extendieron un par de alas. Sin embargo, estas eran tan blancas como una paloma. Desenfundaron sus espadas y sonrieron brindando consuelo a todos. Lily abrió los ojos, su corazón latía sumamente rápido. Se levantó de su cama y buscó a sus padres, los abrazó de nueva cuenta y les dijo con plena seguridad.

-¡No estamos solos¡-

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