Tu Creatividad hecha Realidad

Cristianismo, Islamismo, Rayadismo, Tigrismo

10.05.2016 12:03

 

 

Cristianismo, Islamismo, Rayadismo, Tigrismo

El 5 de diciembre del 2010 observé con pasión desbordada mi último juego completo de futbol. Los Rayados de Monterrey vencían de forma contundente (3-0) al Santos de Torreón para alzarse con la copa de “Campeón de Apertura 2010”. Contemplé con emoción como Humberto Suazo tomó el balón desde la media cancha y con maestría evadió a dos defensores santistas, y a la salida de Osvaldo Sánchez elevó el balón elegantemente para marcar un gol de antología. El gol que selló el cuarto título rayado en la historia. Recuerdo que me levanté del asiento y festejé eufórico con decenas de amigos alrededor, salimos a la calle gritando como locos mientras una señora barría su banqueta y nos miró con extrañeza. Su cara lo decía todo, <<¿pues qué les pasa a estos huercos?>> en ese momento me cayó el veinte, estaba actuando como desquiciado por el triunfo de mi equipo. No podía dejar de pensar en los eternos detractores de las hazañas futbolísticas del Monterrey. ¿Y ahora que van a decir en multimedios, sobre todo Roberto Hernández jr? ¿Qué van a decir los chilangos en televisa México? ¿Qué van a decir los Tigres?. Me sumé a la masiva caravana de aficionados, choqué las manos con cientos de desconocidos que portaban la misma playera que yo. Festejé como si hubieran encontrado la cura del cáncer, sin embargo, al día siguiente dejaría esa pasión por completo.

Muy bien, ya soy campeón, ¿ahora qué va a pasar? ¿Acaso automáticamente todos los enemigos de los Rayados van a retractarse de toda la basura que han dicho?, Roberto Hernández Jr. y su asqueroso sequito de comentaristas dirán: “bueno, pues les pedimos una disculpa a todos los aficionados Rayados por haberlos ofendido, y por haber dudado de su gran equipo” o tal vez los aficionados Tigres cambiaran sus colores solo porque el rival salió Campeón, ya los imagino diciendo: “he vivido en una mentira, Los Rayados son el mejor equipo de la ciudad, y ahora del país”, de hoy en adelante renuncio a los Tigres y me haré aficionado Rayado” . O tal vez en la capital del país cambiaran su agenda y simplemente agregaran al Monterrey como equipo “Grande”. No, al día siguiente de salir campeón continuó todo absolutamente igual. Multimedios en su estúpido estira y afloja tendencioso para seguir creando “polémica” que desemboca en violencia, en la capital prácticamente somos inexistentes, y los aficionados Tigres y Rayados se siguen odiando.    

El estrés era innecesario, se supone que el futbol es un escaparate del ajetreo diario, pero a mí en lo personal me convertía en un manojo de nervios. Se supone que el futbol une familias, pero observé como la nefasta campaña de multimedios deportes hizo todo lo contrario; creó rivalidades que sobrepasaron los límites del respeto. Gracias a esta función televisiva se me olvidó que era un aficionado al futbol y me convertí en un soldado rayado, mi función era demeritar toda acción rival y jamás pude disfrutar del deporte en sí. Recuerdo haber visto los goles majestuosos de Walter Gaitán contra Monarcas y Chiapas, y yo simplemente lo maldije. Sobre todo, recuerdo aquella hazaña gloriosa donde los Tigres remontaron un adverso marcador contra el América, y lo eliminaron –con gol de último minuto- en el propio estadio Azteca. Yo por mi parte, apagué la televisión y volví a maldecir. “pinches tigres”.

A raíz de esta rivalidad innecesaria creada por Roberto Hernández Jr y multimedios deportes, los verdaderos aficionados se perdieron, y el futbol dejó de ser deporte. Fue entonces que decidí dejar el fanatismo y renuncié a 18 años ininterrumpidos de observar religiosamente cada sábado el juego de los Rayados y odiar con pasión cada juego de los Tigres.18 años en los cuales sufrí las derrotas en finales contra Atlante, Pumas y Toluca, donde viví el drama del descenso contra Puebla – y donde un grupo de aficionados Tigres brindaron apoyo a Rayados en el mismo estadio tecnológico, algo que jamás se volverá a ver- y donde también disfruté los campeonatos del 2003 con Daniel Passarella, y la época dorada de Vucetich.

Amigos Rayados, recuerden que en todas las familias hay un miembro que es aficionado Tigre, no malgasten sus energías peleando por cosas irrelevantes. Amigos Tigres, recuerden que en todas las familias hay un miembro que es aficionado Rayado, no malgasten sus energías peleando por cosas irrelevantes. ¿A quién demonios le importa lo que un hombre amargado cuyo único poder es un micrófono piense? Yo me tardé en comprenderlo pero finalmente aquí estoy, disfrutando del deporte cuando tengo oportunidad. No confundan el “dar sabor al juego” con la falta de respeto y la violencia, lo sabroso del clásico se acabó cuando un pendejo lanzó un diablito de fierro al público en general. Lo sabroso del clásico se acabó cuando otro idiota arrojó un petardo a un niño.  

Por otro lado, jugadores como Gignac no se ven todos los días, hay que disfrutarlo si eres Tigre y respetarlo si eres Rayado, acuérdense que es el mismo deporte y el francés lo hace muy bien. De la misma forma hay que ver a Edwin Cardona, atesoren al que hace bien las cosas. Solo lo siento por muchos aficionados que como yo, perdimos el tiempo demeritando y destruyendo los logros del rival. Odiando la clase de Gaitán y manchando el legado de Humberto Suazo.

Afortunadamente me salí del ambiente futbolero antes de que surgieran las irritantes frases de “pecho frio”, la cual me parece un burdo intento por “Argentinizar” el futbol regiomontano, y “pingüino”, bueno, en honor a la verdad, cuando mencionan esta palabra lo único que causa en mi es hambre. 

por ultimo, y como bien lo dice un corrido noventero de Los Invasores de Nuevo Leon; "No te apasiones, no te apasiones, sé que eso te esta pasando" 

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